Historia
Los años del tenis profesional
Entre 1946 y 1968, se hizo cada año más frecuente que grandes jugadores dejaran las competencias amateurs para disputar partidos profesionales, lo que restaba atracción a los campeonatos importantes. El juego estaba dividido en dos mundos: uno, el de los profesionales independientes, otro, el de los amateurs que, dedicados por completo al deporte, debían ser remunerados recurriendo a eufemismos tales como “indemnización por traslado” o “viáticos”. Era por entonces habitual que se hiciera notar la falsa condición de aficionados de los jugadores; sin embargo, los montos que se pagaban parecerían hoy ridículos. Margaret Smith y Lesly Turner cobraron por venir a Buenos Aires 1200 dolares cada una. La visita de Fred Stolle, Roy Emerson y Rafaela Osuna costó 4500 dolares.
En 1967, Herman David, del All England Club, anunció en Wimbledon que a partir del año siguiente el torneo sería “abierto” (open), es decir, que se aceptaría la inscripción de profesionales. Por más que la Federación Internacional de Lawn Tennis intentó oponerse, la desición adoptada en Wimbledon impuso en pocos meses una transformación que parecía, de todos modos, irresistible. Meses después, en mayo de 1968, se disputó en Bournemouth, Inglaterra, el primer torneo Abierto, que fue organizado por la Asociación Británica de Lawn Tennis para la British Broadcasting Corporation (BBC). Lo ganó Ken Rosewall, quien batió en la final a Rod Laver. El interes de los televidentes marcaría un rumbo decisivo para el futuro del tenis, ya que le daría los recursos necesarios para transformarse en un deporte de estrellas que disputan partidos por grandes sumas ante la mirada de millones de espectadores.